Patria
Patria.
Te me fuiste entre los dedos
como el agua.
No me quisiste ni siquiera de conscripto,
me tiraste hambre, soledad, conflictos
y tus calles no escucharon mis pisadas.
Fui casi de todo y casi nada
y el día que intente levantar vuelo
de una cachetada me tiraste al suelo.
Que queres, no sabia nada,
fui “as de cartón”, símil de “escruchante”,
ladrón com miedo
preso irrelevante
y un día emigre, ya sin consuelo.
Te fuiste diluyendo, patria mía,
como querría decirte que te quiero
pero en el lugar que el cariño te guardaba
ahora hay un agujero.
Busque otra patria, otro himno,
otra gente, pero al final siempre fui un extranjero,
quede huérfano de padre, madre y patria,
sin raíces, sin amigos ni senderos.
Quise tirarte del alma, de la piel,
que nadie sepa que soy del sitio aquel
donde existe un Gardel y un Maradona,
pero la tierra y la sangre, vos sabes,
no te dejan no te olvidan ni perdonan.
Ahora en cualquier lugar del mundo
escuchando otro idioma, en otro rango,
cuando me invade la nostalgia y la tristeza
solo consigo sobrevivir cantando un tango.
Esta bien, hare de cuenta de que sos una mina
que me dejo amurado,
y caminando una calle que no es tuya
veré a la luna, como la vio Ferrer,
caminando sin apuro por Callao.