Fue de visita a la casa de un pet abandonado por su dueño, despacio entré
a la habitación.
En la habitación, arreglada con apuro y demasiado inmensa para recibir un pet tan chiquito, mis ojos se llenaran de vacio y escuché el silencio atronador del móvil rosado; olvidado en el rincón donde se esconden los miedos.
Sienti lastima por la almohadita rosa, adornada con un corazón blanco que gritaba por un afago y rogaba por una caricia.
En medio de los objetos dispersos caminaba mi Gigi, con su atuendo confeccionado con lascas de infinito , salpicado de estrellas y con increibles aderezos de neblina, el contraste que la soledad y el abandono plasmaban en esa escena me comocionó y dejé un mensaje a mi vecinito:
- Dejate llevar por el encanto de tu pet,
encuentra la alegría en las tareas sencillas para así desactivar las armadillas del tiempo.
Fortalece tus vínculos, trilla los caminos de doble mano para ser una coma y no un punto final.
Sea parcero y ofrezca tu mano a los compañeros del juego y juntos aplaudiremos
la vida en pet society.